En la ruta hacia tu sexo
el deseo derramaba
y mi aliento avaricioso
en tus poros los tatuaba.
Deslizando lentamente
humedad, escarcha y ansias
es mi lengua la serpiente
que tus latidos tentaba.
Elixir de mi vientre
fiel rocío de tu cuerpo
caminante aventurero
es el gemido del encuentro.
Solo el roce es la ventana
hacia el clímax en tu cama
y mis ojos en los tuyos
duermen plácidos y en calma.
Se desgranan los orgasmos
en tu boca y por mi espalda
me das todo en un suspiro
…casi asoma la mañana.
11/7/07
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