5/2/08

VIDA SIN


Qué fue de los días
en los que tu miedo a mis cuchillos
te obligaba a no dejarme escapar de la habitación.
Qué fue, en general, del miedo
que tenías a que yo pudiera pensar en lo demás.
En la promiscuidad de los vergeles
y en los vástagos de dios
y en mis costillas.
En este ritual frenético causado
por el daño y los destrozos
que la gente causa a la gente.
En la penitencia de saberme ganador
de una celda ajena a la amalgama de apatía y libertad.
Qué fue de aquellos días,
ahora que comprendo que quisiste y supiste vivir la vida sin mí.
Ahora que el cuchillo de cortar el pan sigue en su sitio.
Ahora que puedo vagar solo
por el pasillo y la cocina
con otros cuchillos
de puertas adentro.

No hay comentarios: