15/2/08

VII (LAS CIUDADES GRANDES)


He estado en París
con las diosas de la moda
(al menos lo he soñado)
y en New York,
esperando una copa
de un tipo muy elegante
(que sea un Bourbon doble).
Ciudades grandes para corazones pequeños,yo
he estado en la Meca,
Alá, yo te he adorado (he muerto con tus hijos palestinos en las alambradas),
con mis hermanos.
Yo he estado en Jerusalén (huído, por ejemplo, de Varsovia)
y he rezado
y llorado
con mis hermanos judíos.
Yahveh, has sido mi dios.
En Nueva Delhi
he compartido hambre
con mis hermanos hindúes (escondemos una vaca en el jardín, el credo no entiende de hambre).
Sus dioses han sido los míos.
He tomado un café con Buda
y le he ofrecido mi melena (mis hermanos no tenían pelo en aquel lugar)
En Roma
he observado al Papa
en su alta ventana
saludar al peregrino
y esconder la mano,
mis hermanos rezaron.
(Dios no se asomó por la ventana).
Pero existimos.

Mis hermanos llenaron entonces mis manos,
no importó quién era hijo de quién
y cada cual
hizo Supremo a su semejante.
Y cada cual se hizo Supremo
a sí mismo
Anunciamos su resurreción (y no pudimos prometer nada).

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