5/3/08

NÚMERO 42



Me invaden paisajes
de la infancia.

La casa que ya no existe.
La escalera en la penumbra,
claraboya a lo alto.
El lavadero.
El olor a antiguo y a humedad.
La voz de los vecinos.

En el sueño lloro.
Por mi abuela muerta.
Por los sentimientos cojos.
Por la vida que se escapa.
Porque nadie nos enseña
lo importante.

Lloro en el sueño.¿O estoy despierta?

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