
No dormirán, tus labios
todavía
junto a sus ojos cerrados.
Este amor
en suspenso
no sabe de caricias
al caer la tarde.
Ni del hastío
que llega, invasor,
a consumir los días.
A algún lugar
de tu espacio
y su tiempo
van a parar los deseos,
inconsumables,
que hacen este amor
eterno,
perdurable
por incierto.
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