Te escucho...
y tu voz tenía tristeza
y era más...
...Melancolía...
Y sentí que había un desgarro
en la piel bajo tu pecho;
y era más...tus noches frías
llenas de lunas nubladas,
llenas de cielos vacíos...
Llenas de amor regalado
y tú, cabizbaja y sombría
caminabas por tus sueños
con hilachas por vestido
y sueños de fantasías.
Y era más... de tanto menos
que te acosaba por dentro,
que sentí en tu lamento
como si fuese mi vida...
Y es hay un poco de todo
como astilla que se clava
dentro del alma ajena
para herirnos en el alma.
Y era más....más de lo mismo
porque la tristeza lleva calmas,
con nostalgias que regala
y nos va pesando la vida,
caminando por estancias
donde se detienen más sueños
vaciándonos toda el alma.
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