26/11/07

De mí

AURORA MARCO ARBONÉS.
Nací en Lleida el 14 de febrero de 1949. Me enamoré de la lectura por mimetismo. Desde la ventana de mi casa, mis hermanos y yo veíamos llegar a mi padre con el periódico extendido, deteniéndose de vez en cuando y continuando su camino a casa, siempre con el riesgo de tropezar con una farola. Pensé que leer debía ser muy divertido si él lo hacía en cuanto tenía ocasión. Así pues, mi infancia estuvo rodeada de tebeos y libros y éstos han sido siempre mi principal afición, la ventana a través de la cual he visto el mundo.
A los dieciséis años me fui a París a casa de una de mis tías y me matriculé en la Alliance Française. Era la alumna más joven del centro. Más tarde estudié Filología Hispánica e Inglesa y dediqué toda mi vida laboral a la enseñanza de idiomas, intentando que mis jóvenes alumnos entendieran la ventaja que se les ofrecía de comunicarse con gentes de otros países. A los cincuenta y seis años, es decir, hace dos, dejé mi trabajo por cuestiones de salud.
En la Biblioteca Pública de Lleida, en uno de los ciclos de poesía que se celebran asiduamente, empecé a asistir a la recitación de poemas de escritores, algunos de ellos “amateur”. “Yo también podría hacer lo mismo” pensé. Y aquí estoy, escribiendo con cierta irregularidad pero con gran ilusión, con el apoyo de mi marido y mis hijos, que son mis más feroces críticos. A diferencia de otras personas, no escribo para expresar mis sentimientos, ya que los expreso libremente a todo aquel que quiera escucharme, dada mi incontinencia verbal. Escribo porque es para mí un hobby, un juego estético en el que la palabra, mi muy amada palabra, es el vehículo para narrar y describir todo aquello que mis ojos y mi corazón no habían observado antes con detenimiento.

1 comentario:

Jesús Jordi Garcia Boadella dijo...

Luis Eduardo Aute va dir: "Hay tantas formas de mirar, que poco vales las palabras"

Hi ha tantes formes d'expresar els sentiments com emocions puguis tenir en el cor i en l'esperit.

Vas bé Aurora, vas molt bé,

Jesús