
Cuando te conocí
me llamó la atención
un campo de girasoles muertos.
Tus silencios provocaban
un escalofrío perpetuo
instalado en mis huesos.
Aliviado en los momentos
en que volvías conmigo
y te metías de lleno en el papel
de fabricante de sueños.
Tú.
Un ahorrador de palabras.
Contemplador de cuerpos
y objetos.
Yo.
La "mimosa sensitiva"
que repliega sus hojas
al mínimo contacto ajeno.
Una hacedora de instantes
ante
un coleccionista de recuerdos.
2 comentarios:
Carlota, te felicito, he disfrutado con la lectura de cada uno de tus bellos poemas.
Un saludo
Muchas gracias, Trini. Luego me paso por tu página para conocerte.
Un abrazo
Publicar un comentario